Por debajo de las gargantas excavadas en la roca por Oued Ziz, éste se ensancha a la altura de Errachidia, dando lugar a una vasta llanura cuyo palmeral es uno de los más grandes de Marruecos. Una infinidad de panoramas, sitios históricos, descubrimientos culturales y sobre todo un fuerte potencial agrícola se ofrecen a los visitantes haciendo de este gran oasis el corazón del desarrollo socioeconómico de Tafilálet.
Es imposible disfrutar de todas las maravillas del valle del Ziz en un solo día. Entre los ksours escondidos en los palmerales, los sitios arqueológicos y otros puntos turísticos, es mejor programar una caminata de varios días.
Caminando o montando en burro, descubrirá sorprendentes contrastes entre el verdor de los suntuosos jardines y las escarpadas paredes de roca que caen por el desfiladero. Sobre todo, conocerá a los habitantes que viven aquí desde hace generaciones y cuya tradicional hospitalidad y diversidad cultural les ha valido el reconocimiento internacional.
La carretera nacional N°13 también ofrece una gran oportunidad para descubrir el valle. De hecho, la carretera que une Midelt con Erfoud discurre entre el río Ziz en más de 200 km, ofreciendo así paisajes tan diversificados e impresionantes: montañas, acantilados calcáreos, extensiones de verdor, monumentos, gargantas… cada una de estas maravillas transmite una parte de la historia de la región.
En ciertos lugares, los paisajes se convierten en un escenario de «Películas Western», que recuerdan a la meseta del Colorado y al Gran Cañón de Arizona.
La agricultura como palanca del desarrollo
El valle del Ziz es un mundo de policultivos por excelencia. Los campos, además de palmeras, combinan otros cultivos como frutales, comino, cereales, alfalfa, hortalizas…
Desde la puesta en marcha de varios programas de recuperación de la agricultura, ésta ha experimentado un gran florecimiento, especialmente entre los jóvenes de la región. El objetivo es ayudarles a reanudar la actividad de sus antepasados y a revivir sus tierras. Desde entonces, muchas competencias locales han vuelto a sus raíces, trayendo consigo tecnologías y conocimientos modernos para complementar aquellos heredados del pasado.
La puesta en valor de la explotación agrícola en el valle no se hace a expensas de los ecosistemas y los recursos hidráulico. La racionalización del riego y el respeto a la biosfera son las consignas en todos los proyectos. Gracias a los esfuerzos conjuntos, el valle ha cambiado su cara en tan sólo dos décadas.
Oued Ziz nació en el Alto Atlas Oriental y fluye a lo largo de 280 km excavando su curso en las rocas calcáreas dando lugar a impresionantes gargantas, con un caudal excepcionalmente decuplicado durante las crecidas.