Situado entre Midelt e Imilchil, el Circo de Jaafar es un paraje natural muy bien conservado. Por ello, el lugar es de muy difícil acceso. La experiencia de exploración es conocida en todo el mundo, por ser una de las mejores, pero más peligrosas del Atlas.
En las estribaciones de Jbel Ayachi, la exploración del Circo de Jaafar promete tanto emociones como un cambio total de escenario.
Anfiteatro natural
La ruta desde Midelt discurre por una larga pista rocosa que atraviesa una vasta llanura, dejando a la vista del horizonte la unión del Alto Atlas y el Medio Atlas. Tras cuatro horas de viaje, el paisaje cambia y los acantilados se vuelven cada vez más escarpados. La llegada a un redil marca el inicio de la aventura.
Para disfrutar de la experiencia, lo mejor es salir del coche y dar un paseo para acercarse a la naturaleza.
El Circo de Jaafar ofrece unas vistas impresionantes, para disfrutar y fotografiar paisajes prodigiosos, observar a las águilas que se elevan sobre las colinas y seguir los caminos de herradura que conducen a valles salpicados de ocasionales kasbahs. Los amantes de la naturaleza pueden disfrutar de un entorno salvaje aún intacto con acantilados con fuertes pendientes. También es posible disfrutar de la belleza de los bosques de cedro verdosos que ofrecen un magnífico escenario.
Las vistas del Alto Atlas Oriental son increíbles, y la traicionera ruta proporciona una sensación de aventura única.
Pura adrenalina, a consuma con precaución
Acantilados vertiginosos, pistas inverosímiles, cambios bruscos de altitud, pendientes de 20 a 45 grados… Todo llama a la aventura que no dejará indiferente a ningún buscador de emociones.
Los exploradores pueden recorrer el Circo y sus alrededores en bicicleta de montaña, en moto o a pie, siguiendo rutas diversas y salvajes. Hay varias excursiones disponibles, incluida una a Jbel Ayachi.
El Circo de Jaafar es uno de los lugares de más difícil acceso del Reino, por lo que deben tomarse todas las precauciones necesarias en el camino y durante la exploración: