Situado en el corazón de la cuenca del Oued Outat, a 20 km al norte de Midelt, el valle de Tatiouine es conocido por ser el principal punto de partida para la ascensión del Jbel Ayachi y de varias excursiones, entre ellas la que lleva al Circo de Jaafar.
Gracias a su entorno natural preservado, el valle verde es también ideal para los paseos y las acampadas familiares.
Un cambio total de escenario a los pies de un gigante
El Assif Outat se adentra en las estribaciones del Jbel Ayachi, antes de desembocar en el Oued Moulouya. Así, ha creado a lo largo del tiempo las gargantas de Tatiouine, y sus aguas riegan generosamente los numerosos cultivos del valle bajo su cuenca.
Todo un universo por descubrir durante largas caminatas, entre huertos de manzanas y acantilados rocosos. Bajo la mirada de los picos nevados del Jbel Ayachi, los excursionistas recorrerán los suaves senderos para admirar una naturaleza rica y virgen y visitar una presa rústica con múltiples “seguías”. También explorarán las paredes de las gargantas, llenas de numerosas cuevas. Desde la cima de Tizi Tazigzaout, al final del valle, la vista ofrece un panorama sublime de las estribaciones y los campos hasta donde alcanza la vista.
Al final del día, es posible dormir bajo las estrellas acampando a orillas del Oued, o pasar la noche en el Ksar Tatiouine. Gracias a las instalaciones que ofrece, este Ksar es el lugar ideal para pasar varios días en el valle, aprovechando todo su potencial. El pueblo cuenta con un alojamiento cálido y auténtico, puesto en marcha en el marco de la Iniciativa Nacional de Desarrollo Humano. Dirigido por una pareja, el lugar permite descansar tras largas horas de caminata y recargar las pilas antes de la siguiente excursión. También es una oportunidad para vivir una experiencia humana única y descubrir las especialidades culinarias locales.
Además de un atractivo paisaje natural, el valle de Tatiouine ofrece una rica diversidad de fauna y flora. Las aves dominan este entorno, con varias especies de paseriformes, rapaces y anátidas.
La zona también alberga murciélagos, llamados Fertettou, ardillas, chacales, gatos de guante y nutrias. La zona también alberga algunos anfibios típicos del desierto, como la víbora cornuda y la salamanquesa de párpados espinosos.