Durante siglos, Drâa Tafilelt ha sido la encrucijada de diferentes civilizaciones. Este estatus de vanguardia ha dotado a la región de Drâa-Tafilalet de una rica cultura acompañada de una mayor espiritualidad. Además, sus tierras abundan en refinados productos locales reconocidos en todo el mundo y que son el orgullo de las poblaciones locales.
¿Le gustaría descubrir más de cerca este paraíso cultural y espiritual? Luego, nada mejor que la amplia gama de festivales y mousems, que rinden homenaje a las múltiples facetas de la Región. Echemos un vistazo, no exhaustivo, a algunos de los eventos que debería de añadir a su agenda de viaje.
Culturas del Terruño
Muchos son los eventos que promueven los productos locales y trabajan para desarrollar la actividad. En Erfoud, por ejemplo, la Feria Internacional del Dátil nos recuerda cada octubre la importancia de la industria del dátil en la economía de los oasis. Mientras que en Ouarzazate, el Festival Imaghrane tiene como objetivo promover las almendras y las nueces. En el mismo periodo, Midelt acoge el Salón Nacional de la Manzana, dedicado al desarrollo de los árboles frutales, y en particular del manzano.
Otras iniciativas siguen estos modelos, como el Festival de la Henna y el Comino de Alnif o el Moussem del Azafrán de Iknioune, ambos pueblos cercanos de Tinghir.
En cuanto al Festival de las Rosas, celebra la llegada de las rosas a los valles de M’Goun. Durante varios días, lugareños y visitantes desfilan por Kelaat M’Gouna en un ambiente único, salpicándose mutuamente con agua y pétalos de rosa.
Arte de Aquí y de Otros Lugares
Si el Draa Tafilelt irradia por todo el mundo gracias a su riqueza cultural, la Región es también una tierra donde se expresa el arte en todas sus formas, y de todo el mundo.
Prueba de ello es el Festival Internacional de Merzouga, que se celebra en el místico Erg Chebbi para compartir la magia del desierto mediante la celebración de las culturas del mundo. Lo mismo ocurre con el Festival Internacional de Nómadas, que se celebra en M’hamid El Ghizlane, al pie de Erg Chgaga. El Festival honra el modo de vida nómada y muestra el apego a este patrimonio precioso, pero en peligro de extinción. El cine también se honra con el Festival Internacional de Cine de Tinghir y el Festival de Cine Transahariano de Zagora.
Mención especial merece el Moussem de Khamlia, que perpetúa cada mes de agosto la tradición ancestral de la Sadaka (caridad), a través de la música de Gnaoua, presente en la región desde hace siglos.
Otros eventos han optado por llevar la bandera del patrimonio local, como es el caso del Festival Nacional Ahwach de Ouarzazate y el Festival Imilchil de la Música de las Cimas. Este último se celebra paralelamente al famoso Moussem des Bodas de Imilchil, que se organiza cada año desde hace mucho tiempo a orillas del lago Tislit, para celebrar la unión de los jóvenes tortolitos de la tribu Ait Hdidou.
Tierra de santos y mausoleos (darihs), Drâa-Tafilalet atrae a miles de peregrinos, de fe musulmana o judía, en busca de bendición y meditación. Estas peregrinaciones suelen adoptar la forma de mousems, que fusionan cultura y espiritualidad.
Repartidos por los cuatro rincones de la región, podemos citar los musems de Abu Salem Ayachi, de Oulad Issa Sidi Ben Talha, de Sidi El Haj Ammar y de Moulay Abdelkader Jilali; así como los Hiloulot del Rabbi Itshak Abihssira en Gourrama, del Rabbi Yahia Ben Baroukh en Tiffoultoute o del Rabbi David Ou Moshe idolatrado por judíos y musulmanes.
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