El viaje temporal en drâa-tafilalet continúa en los numerosos museos de la región, cada uno de los cuales esconde increíbles secretos e historias. Dentro de una auténticas kasbahs, tendrá la oportunidad de descubrir ricas y variadas exposiciones que relatan la vida en la región, desde la época de los primeros amazighs hasta el nacimiento de la gloriosa dinastía alauí, pasando por la época de las caravanas transaharianas.
Además del museo de Ksar El Khorbat y el de la antigua sinagoga de Ouarzazate, aquí está una selección de 4 museos que vale la pena visitar.
Museo Sijilmassa en Errachidia
Este panteón rinde homenaje a las civilizaciones que se han sucedido en la región, destacando sus patrimonios culturales. Música, danza y artesanía están en primer plano, y relatan a través de colecciones auténticas de fotografías y objetos, la riqueza del Drâa y del Tafilelt en este panel. El museo describe en particular la el histórico de la gloriosa dinastía alauí.
Museo Théâtre Mémoire de Ouarzazarte
El museo está situado en el centro del fabuloso oasis de Skoura, y presenta la historia y las tradiciones de las tribus amazigh. Sostenido por un antropólogo de renombre, el museo expone varios documentos auténticos como un acta de matrimonio escrita al azafrán o incluso los esquemas originales de la Kasbah. También se encuentran objetos cotidianos, como un surtido de cerraduras de puertas primitivas pero eficaces.
Museo de Artes y Tradiciones de Ksar Tissergate
De camino a Zagora, planifique un desvío para visitar este museo enclavado en el corazón de la auténtica Kasbah de Ziouana. Este museo rústico explica la vida cotidiana en los oasis mediante ilustraciones y objetos. Desde el uso del agua hasta las herramientas para hacer especias, la medicina tradicional, las armas, la artesanía y los rituales de muerte.
Museo Ouled Driss
A pocos kilómetros de M’Hamid El Ghizlane, Ksar Ouled Driss alberga un museo que refleja el modo de vida local en todo su esplendor. La exposición contiene más de 900 artículos y objetos auténticos, utensilios de madera y metal para cocinar, telares, ropa de mujer y de hombre, todo ello representativo de las actividades que se realizaban en el valle del Drâa. Al final de la visita, su guía le contará historias auténticas, mientras toma un buen té saharaui.
En medio de la nada, entre Tinghir y Tinejdad, se encuentra un extraordinario museo dedicado al agua, el bien más preciado y escaso de la región. Construido en torno al manantial gaseoso de Lalla Mimouna, este museo-santuario expone cientos de piezas auténticas relacionadas con la explotación de los recursos hídricos, de diferentes épocas y regiones. Cada pieza va acompañada de una suntuosa caligrafía que retoma un verso de poesía o una cita literaria. Al final de la visita, el propietario le ofrecerá una rosa de Jericó, también llamada planta de la resurrección.