Establecido en el desierto de Merzouga, el douar Khamlia alberga una comunidad negra que perpetúa la música mística y espiritual de Gnaoua. Durante los intercambios de productos valiosos (oro, marfil y escalvos…) promovidos por las caravanas transaharianas, la afluencia de poblaciones africanas es importante hacia todo el territorio marroquí. Asentados desde entonces en el pueblo de Merzouga, los gnaoua de Khamlia perpetúan su arte ancestral. Vestidos con trajes blancos, sus palabras y gestos espirituales acompañados por el Qraqeb y el instrumento Gambri nos recuerdan su apego a esta tradición musical transmitida de padres a hijos. Grupos como Pigeons de sable o Bambaras del pueblo Khamlia siguen manteniendo esta tradición.
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