N'kob es el único pueblo con tantas kasbahs en Marruecos, más de cuarenta. Todas ellas están construidas en adobe con un panorama sobre el oasis y el macizo de Jbel Saghro. La parte antigua del lugar sigue albergando antiguas kasbahs que se distinguen por su impresionante tamaño.
Imponentes, totalmente restauradas y bien mantenidas, las kasbahs de N’kob confieren un encanto innegable a este tranquilo pueblo, plantado aquí en un decorado lunar. Situado a 1050 m. de altitud, Nkob es un punto de relevo entre los valles del Ziz y del Draa (por la carretera nacional) así como entre las gargantas del Dades y del Todgha (por una nueva carretera recientemente abierta hasta Tinghir y que atraviesa los pastos de Jbel Saghro a través del paso Tizi N’ Tazazert).
Lugar vivo, auténtico y diverso, N’Kob toma su nombre de una cueva llamada N’Akb situada no lejos del pueblo, en una colina cercana, y que servía de parada a los nómadas pertenecientes a la gran confederación de tribus Aït Atta.
En la ladera de la montaña, el pueblo domina su palmeral que alberga maravillosos jardines donde crecen una henna de calidad, muchas palmeras datileras, almendros de cultivo ecológico, así como diversas plantas aromáticas. Con su exuberante vegetación, el oasis contribuye a la calidad del lugar ¡Venir a pasear allí al amanecer es un momento apreciable!
El zoco de N’kob, que se celebra los domingos, es también uno de los más grandes y animados de la provincia de Zagora. Todos los habitantes de los alrededores acuden allí para comprar frutas y verduras para la semana o para el mes. También encontrará artículos como “idukan”, las famosas babuchas de cuero amazigh hechas a mano, cosméticos y ropa tradicional como caftanes y coloridos vestidos amazigh.
La capital de la henna
El pueblo de N’kob, al igual que el pueblo vecino de Tazzarine, también es conocido por el cultivo de henna de alta calidad. La región produce unas 2000 toneladas al año.
La henna, un arbusto espinoso de la familia Lythraceae, se cultiva en los oasis semi-montañosa de Jbel Saghro. El riego de los campos comienza en marzo y la cosecha se realiza de 2 hasta 3 veces al año, entre mayo y finales de octubre. Las plantas crecen hasta una altura de unos 20-30 cm antes de ser cortadas enteras con una hoz y secadas a la sombra, para luego ser despojadas de sus tallos y molidas en un mortero para proporcionarnos un fino polvo: «al-hannah» o henna.
Descrita por el profeta Mahoma como una planta del paraíso, se cree que la henna tiene muchas propiedades beneficiosas. Mezclada con agua, la henna en polvo tiene varios usos, entre ellos el de tatuar las manos y los pies durante las ceremonias tradicionales, especialmente durante los compromisos, las bodas, los bautizos o las celebraciones de circuncisión.
Las caminatas más hermosas
Para apreciar plenamente este impresionante universo de cruda belleza, el senderismo o los trenes de mulas son sin duda la mejor manera de conocer a los Ait Atta, una orgullosa tribu nómada con una autenticidad intacta y una cálida acogida.
En los alrededores de N’kob, se le ofrece una gran variedad de excursiones y según sus deseos. pPr ejemplo, caminatas temáticas: paseos a pie, en mula o en camello, vivacs y excursiones en bicicleta de montaña o en 4×4 para descubrir paisajes de dunas doradas o fenómenos de desertización, extensiones de acacias, picos rocosos, cascadas, canteras de mármol fosilíferas y minas (de oro y plata), así como numerosos yacimientos de grabados rupestres que datan del neolítico y oasis salpicados de Kasbas o Ksur s…
Para la organización y la información sobre las distintas excursiones, la oficina de guías de montaña se encuentra a la entrada de la ciudad al llegar desde Tazzarine.
Incluso puede practicar el ala delta, el paracaidismo o el parapente desde la montaña de «Jbel Amoum» que domina el oasis. También el pueblo de N’kob y su pista natural garantizan un buen aterrizaje para las pequeñas avionetas turísticas y los ultraligeros.
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