Como en otras ciudades marroquíes, encontrará pastilla, tagine de carne y verduras, mechoui de cordero y harira... La gastronomía de Ouarzazate también tiene sus propias especialidades como la Tchicha, una sopa de trigo, o la Harira de sémola. Pero su plato más refinado y rico sigue siendo la Chorba con palomas y nueces, que se remonta a la época del Pacha Thami El Glaoui, señor del Atlas. Otro plato más popular, el Aghroum ntoudount, un pan relleno de cebolla y grasa, especias, perejil y cilantro. Por último, el Idernane, un panqueque hecho de sémola, huevos y levadura, se sirve con mantequilla y miel.
Estas son algunas de las famosas especialidades que encontrará en la provincia:
Cuscús con 7 verduras : El origen del cuscús se remontaría a la antigüedad en la época de Massinissa. Declinado bajo diversas formas, el cuscús con siete verduras (nabo, zanahoria, calabaza, calabacín, cebolla, tomate y col verde) es el más conocido en Marruecos. Preparado por los bereberes para celebrar el Yennayer, el año nuevo bereber, este plato también simboliza el encuentro y la reunión. Tradicionalmente servido todos los viernes, es también el plato de las fiestas del matrimonio, la circuncisión, la muerte, las ofrendas… que encontrará por doquier en los restaurantes de la región.
Tagine de pollo al limón: Gran clásico de la cocina marroquí, el tagine de pollo con limones confitados y aceitunas se sirve muy a menudo en el sur del Reino. Este sencillo plato familiar es tan económico como delicioso. Se prepara al menos una vez a la semana en todos los hogares.
Tagine de cordero con membrillo y miel: plato tradicional marroquí muy apreciado en Ouarzazate, este tagine combina perfectamente los sabores dulces y salados. Durante la temporada de membrillo, de septiembre a noviembre, el tagine de cordero con membrillo se sirve en las pensiones y restaurantes de la ciudad.
La Tchicha bereber: sopa a base de sémola de cebada, la Tchicha bereber se prepara con tomates, cebollas, aceite de oliva y menta silvestre. Se consume en las montañas del Alto Atlas, sobre todo en invierno, cuando hace mucho frío, y se ofrece a las mujeres que acaban de dar a luz por sus beneficios nutricionales y energéticos.
Chorba con palomas y nueces: La historia de este plato de lujo se remonta a la época del Pacha Thami El Glaoui, señor del Atlas. Cuenta la leyenda que la mesa de esta dinastía debía contar con un plato fuera de lo común cada día. La Chorba con palomas y nueces es un plato muy refinado y extremadamente rico.
Baddaz : El Baddaz, el cuscús bereber, es una variante del cuscús marroquí con mil vueltas, que se distingue tanto por sus ingredientes como por su singular preparación. Su base, compuesta de sémola de maíz (Asengar), se enrolla cuidadosamente a mano y luego se cuece al vapor en un cuscús, tres veces, antes de aromatizarla con «smen» (mantequilla rancia). Este plato típico de Ouarzazate no puede saborearse sin las tiras de cordero saladas y secadas al sol, «guedid» y/o «Kordas», estos trozos de panza de cordero rellenos de tiras de corazón, hígado y pulmones, cocidos al vapor y luego secados al sol… dos componentes de sabor pronunciado, que reavivan los tímidos sabores de la harina de maíz. La alfalfa y los nabos secados al sol son el toque final de este plato.
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