El manantial azul de Meski se encuentra a 20 km al sureste de Errachidia, en dirección a Erfoud. Resurgimiento del Oued Ziz, fluye generosamente para formar una piscina majestuosa, propicia para el refresco. Ofrece el marco ideal para pasar un momento agradable con su familia, bajo la sombra de las palmeras y las rocas ocres.
El manantial de Meski está situado en una cavidad rocosa, lo que confiere a sus aguas cristalinas una frescura extraordinaria. Un bien escaso en una región conocida por alcanzar temperaturas récord en verano. Por ello, el manantial ha sido siempre un lugar para el baño, lo que supone una alegría para jóvenes y mayores.
La piscina se construyó a principios del siglo XX y ha evolucionado a lo largo de los años hasta convertirse en una importante atracción turística de la zona. Consta de una gran piscina, pequeños cafés, tiendas de recuerdos y un área de autocaravanas.
El lugar está rodeado de paredes rocosas y goza de un verdor excepcional formado principalmente por grandes palmeras. Al subir las escaleras que llevan a la cima de las murallas, se puede admirar un pintoresco panorama de campos de regadío con el desierto como telón de fondo. Además, los lugareños creen que este manantial tiene virtudes curativas.
Gracias a estas ventajas, el oasis es un destino muy popular para los lugareños y los turistas, así como una parada perfecta durante los viajes por carretera en la región.
A unos cientos de metros de la fuente, cruzando el Wadi, se encuentran las ruinas de Ksar Meski. Situada en un afloramiento rocoso, la antigua fortificación recuerda mucho a la de Igoudar. El recinto está completamente construido en piedras cementadas con mortero de tierra, y está flanqueado por 6 torres. Construido durante el siglo XII, el Ksar Meski es uno de los raros monumentos de esta época que siguen en pie.