Debido a su posición geográfica, drâa tafilalet se ha codeado con varias civilizaciones a lo largo de los siglos, de las que ha heredado muchas facetas. A las puertas del gran sahara, la región también está dotada de una naturaleza ciertamente austera, pero rica en productos locales únicos y refinados. Estas condiciones han dado forma a un arte culinario que combina cuidadosamente colores y sabores, haciendo de drâa tafilalet una comarca de gastronomía.
Durante su viaje a la región, tendrá la oportunidad de deleitar su paladar con suculentos y auténticos platos, elaborados según recetas ancestrales.
Comida Cotidiana
Las sopas y purés de todos los días forman parte del menú. A veces módicas, pero siempre exquisitos, se basan en cebada, nabos, sémola o garbanzos y guisantes partidos. Se citan como ejemplos el puré Tarawayt, la sopa Goujtem, el Ahrir n’Talffine, la sopa Afrass y la suculenta Talkhcha.
La Región destaca también por sus cuscús, como el de Ifnouzn preparado con los pulgares de alfalfa, o el icónico Baddaz a base de sémola de maíz. Sin olvidar la única y saciante Medfouna, este pan relleno con una mezcla de carne, huevos duros, almendras, cebollas y especias.
Al optar por la casa de huéspedes, usted tendrá la oportunidad de vivir una experiencia olfativa excepcional. Cada cocción traerá a sus fosas nasales olores sorprendentes que no dejarán de abrirle el apetito.
El pan ocupa un lugar importante en las comidas de Drâa-Tafilalet. Acompaña el desayuno tradicional, así como los tayines y otros mechouis. Le servirán Taddart al horno, Tafernout y Habbaz dorados a piedras calientes, así como el pan Ramla, cocido sobre arena. Existen muchas otras variantes, como el crujiente Chtatou, el Tourbisste relleno de S’men o el gigante Abbadir, originario de Midelt, que puede medir más de un metro de diámetro.
Festines para Ocasiones Especiales
Los habitantes de Drâa-Tafilalet son conocidos en todo el mundo por su hospitalidad, y basta con asistir a una fiesta para darse cuenta de ello. Aquí tiene una selección de platos que puede disfrutar durante los festivales, los mousems y las celebraciones:
Cómo hablar de festín sin invocar el famoso Ritual de té saharaui. Introducido entre las tribus nómadas a finales del siglo XIX, el té se convirtió en un ritual de comunicación reservado inicialmente a los jefes de las tribus.
Más tarde, fue retomado por las mujeres para reunir a las jóvenes y a sus pretendientes en edad de casarse. El té se elabora en varias etapas antes de hervirlo a fuego lento. Se caracteriza por su espuma y su sabor fuerte, y se sirve como digestivo o como aperitivo.